Murallas de Girona
Guía de las Murallas de Girona
Las Murallas de Girona son uno de los grandes atractivos de la ciudad. Son unas de las más largas que se conservan en Europa en la actualidad. El hecho de haber preservado diferentes tipos de murallas de diferentes épocas y civilizaciones, hace que sean además una de las murallas más interesantes del país. Aún hoy es posible encontrarnos con muros construidos hace más de 3.000 años de historia, durante la época romana.
Consulta la guía más completa de las Murallas de Girona, donde te damos toda la información y las mejores recomendaciones para visitar este magnífico patrimonio. Orígenes, historia, consejos… ¡Adelante!
Historia de las Murallas de Girona
Las primeras Murallas de Girona datan del siglo I aC, época de la fundación de Girona. Los primeros muros se construyeron para proteger la ciudad romana de Gerunda, el origen de la ciudad actual. Gerunda fue un punto estratégico militar para controlar la antigua Vía Augusta, ya que este territorio era una de las principales vías de entrada a la Península Ibérica.
La primera muralla tenía forma triangular, y era muy sencilla. No fue hasta la reforma del s. III cuando se añadieron torres defensivas, para mejorar la defensa de la ciudad. Las murallas de Girona quedaron muy dañadas tras la ocupación musulmana, cuando el imperio franco conquistó la ciudad después de una dura batalla. Los francos decidieron reconstruir las murallas y, aprovechando los muros originales, ampliar el espesor y el perímetro, especialmente en la parte norte.
A medida que la ciudad fue creciendo, aparecieron nuevas zonas habitadas que quedaron desprotegidas, y es cuando a finales del s. XIV y principios del XV se construyeron las murallas medievales de Girona, ampliando los muros tanto en al norte como al sur, pero también hacia el oeste, con la nueva muralla del Mercadal (actual Avenida Jaume I).
Arquitectura de las Murallas de Girona
Las primeras murallas de Girona se construyeron con un tipo de piedra que provenía de la parte alta de la ciudad. Esta es la que lleva el nombre de «piedra de Girona«, o mejor dicho, piedra caliza numulítica. Estas suelen tener tonalidades grisáceas, y su gran particularidad es que muchas de ellas aún contienen numulites, restos de fósiles marinos. Un ejemplo lo encontramos en el Jardín de atrás del edificio del Rectorado de la Universidad de Girona, y también junto al Portal de Sobreportes, ante la Basílica de Sant Feliu. En las posteriores reformas, se añadieron sillares de piedra arenisca, más bien cortados y más fáciles de transportar. A pesar de su aspecto, son de las más resistentes, es por eso que se utilizaban en las partes externas de los muros, y son las piedras que aún hoy podemos tocar y ver.
Con la reforma llevada a cabo por los francos (s. IX y X), la técnica de construcción cambió, y se utilizaron piedras más pequeñas para ir ampliando el grueso de los muros, con dos paredes de 4 metros cada una.
Por último, con la construcción de las murallas medievales, se terminó de depurar la técnica, y se implementó el sistema de los baluartes, en el siglo XVII, para proteger mejor a la ciudad. Además, durante aquella época también se construyeron fortificaciones y castillos alrededor de la ciudad, como el Castillo de Montjuïc.
Qué ver en las Murallas de Girona
Un pequeño resumen de lo más importante que te encontrarás durante tu visita al templo:
Torre del Rayo o del Telégrafo: es la torre que une las antiguas murallas romanas con las medievales. Aún son visibles en la base las piedras arenosas colocadas por los romanos a la reforma del s. III dC. Es un magnífico mirador de la ciudad.
Torre Iulia: ubicada en la muralla de la parte norte, en el Passeig Arqueològic, esta torre es un buen ejemplo de muralla carolíngia, construida después de la llegada de los francos, en el s. IX.
Jardines de la Muralla: para disfrutar de las murallas no es necesario tener que andar siempre sobre los muros. Descendiendo por alguna de las torres, disfrutaremos de espacios ajardinados encantadores, como el Jardín de los Alemanes, el Jardín de la Francesa o el Jardín del Ángel. Portal de Sobreportes: es uno de los portales mejor conservados y uno de los más importantes, y es que era la puerta norte de la ciudad de Gerunda, hace 3.000 años. Aún son visibles algunas de las piedras de época romana, y parte de la reforma impulsada por los francos, allí donde tenemos el arco. Hay un bonito mural con una hornacina con la Virgen de la Misericordia, también conocida por la Virgen de la Buena muerte. Si quieres saber por qué, ven el
Información práctica de las Murallas de Girona
Las Murallas de Girona son de acceso gratuito, aunque el horario está restringido y se cierran durante la noche. Nuestra recomendación es que las visite durante el atardecer, especialmente a la hora de la puesta de sol. Si subís a alguna de las torres, disfrutaréis de unas vistas panorámicas de la Catedral, los Pirineos, el parque de La Devesa y de las montañas de Les Guilleries.
Si desea recorrer todo el tramo de murallas le llevará entre 1 hora y 1 hora y media, si es que pare a hacer fotografías y en alguna de las torres. Alguno de los tramos es especialmente estrecho, y desgraciadamente, todavía no es apta para personas con movilidad reducida.
¡Consulta en nuestro blog para más información de otros monumentos de Girona y la Guía de la Región!
Te puede interesar…
¿Dudas? ¿Comentarios? ¿Sugerencias?
Déjanos un comentario y te responderemos lo más pronto posible.